Todos mis yos posibles



Para seguir avanzando necesito de todos mis yos posibles, los que fui, los que soy, incluso de los que seré. Porque he sido muchos yos y porque siempre he sido el mismo. Pero ha habido momentos en que llevado por ciertos deseos fragmenté mi yo al centrarme y prestar atención sólo a uno o algunos de ellos. Los demás quedaron apartados. Definitivamente no fue buena decisión, pero los humanos tomamos a veces decisiones con poca o ninguna prudencia y más bien presa del qué dirán, del temor al abandono o la ambición de poder, ignorando que eso que deseamos no tenga que ver con lo que realmente somos y estamos apartando. 

Así, he llegado a un punto del camino en que no puedo avanzar si no reúno a todos mis yos posibles. No puedo seguir incompleto. Intentando llenar esas incompletudes con otras cosas: dinero, poder, falsos amores, información, etc., cuando lo que a todas luces me hace falta es estar conmigo mismo. Dejar de estar fragmentado. Es hora de reunir al intelectual, al emocional, al erótico, al hedonista, al racional, al artista, al soñador, al frívolo, al temeroso, al líder, al preocupón, al hogareño, al solitario, al desordenado, al arquitecto, al compañero, al astuto, al ingenuo y al yo-niño, al que le hace tanta falta que lo le diga: yo estoy contigo. 

Porque ahi adelante está la puerta que me llevará fuera de este laberinto. Ahi está la puerta sin candado ni llave, pues mi sola mano es la llave. Pero no me puedo acercar. Delante de la puerta una sombra oscura y terrible se levanta amenzadora. Es la suma de todos mis miedos, es la suma de muchas cosas del pasado que fueron abusivas e intolerantes, es la parte más oscura de mi ser. Pero debo seguir adelante, quiero salir adelante! Y para ello requiero reunir a todos mis yos posibles, todos son necesarios, todos son yo y me necesito completo para enfrentar a la Sombra. Y todos tenemos miedo y duda, sobre todo el pequeño, pero ahi junto a él viene la verde chispa de la esperanza, la realización de sus sueños y sus deseos aguardan tan solo cruzando esa puerta. 

Así pues, reunamonos todos, todos juntos, todos conmigo, no estamos solos! Ven mi niño y tomados de la mano enfrentemos a la sombra y derrotemos al miedo, que vuelva a su lugar de fiel compañero y vigía del peligro, pero no de amo y señor que paraliza nuestro camino. Ven mi niño, yo estoy contigo, yo que te quizá te abandone en la prisa por crecer, en el deseo de ser reconocido como adulto y no hice caso a tu llamado. Ven, somos uno solo, adulto-niño, racional y soñador, emotivo y sensitivo, deseante y realista, ambos encontraremos el equilibrio y no nos dejaremos ya nunca más. Ven comnigo, no seas mas presa del temor de ser abandonado no ser querido por quien eres tal cual. No más búsqueda de cuadros vacíos que no pueden amar. Unidos una nueva forma de amar -y de amarnos-, nacerá. 

Ven avancemos todos juntos, todos los talentos reunidos, no más competencias inútiles entre nosotros, todos somos uno mismo. Vamos, con fuerza, con fe, la puerta ya esta cerca, veo un brillo, una luz, está muy cerca, oh Dios, aquí es donde todo incia...

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Alejandro

Encontré este texto tuyo y me parece excelente, es precioso.

Te felicito

Luis

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