Diario de Lobos

La discreción es un don y un arte. Para nosotros los Lobos, es parte de nuestra esencia. Para cazar es necesario ser sigiloso, observador, atento, vigilante, contener la respiración en el preciso instante en que se ha elegido a la presa. Es cuestión de sobrevivencia. Y sin embargo, hay quienes piensan que ser discreto no es virtud, sino evasión o timidez. Los lobos poseen una sensibilidad a las emociones muy superior a la de los humanos. Es más fina, más profunda, más callada. Lo puedes comprobar en su mirada: Intensa, poderosa, insondable. No puedes jugar con un lobo, a menos que te hayas ganado su confianza. Es cuestión de naturaleza. ¿Qué no has abierto el corazón alguna vez y sido víctima de la vileza? Se trata de perdonar, pero no de olvidar. Pero los lobos son cariñosos, de pasiones intensas y lealtades contundentes ¿No los has visto retozar con su jauría? ¿No los has visto, amorosos, dedicarse diligentemente a la crianza y cuidado de sus cachorros? ¿No los has visto defen

Nadie te da nada, tú eres la fuente. Vas a recibir lo que des. Das quien estás siendo, pues esto te estás dando. Lo que estás dando, es lo que estás siendo. Lo que estás recibiendo, es lo que estás siendo. Lo que estás siendo en relación a otros, es lo que estás experimentando.  Somos lo que damos a los demás, ese ser que se piensa, se siente, se actúa y se presenta en el encuentro con otros es el ser que se es. No importa que se este siendo hipócrita, así también se es. Se es una mentira. Así, el que finge da a los otros una imagen falsa, que le es devuelta, pero no lo alcanza, no puede formar parte de su verdadero ser, sino que se queda sobrepuesta, y como tal, fácilmente es barrida por el viento...   Tú me miras y yo, al escuchar, te reflejo. Si te muestras fingido, si no te muestras tal cual eres, sólo eso reflejo ¿Te molesta? Lo siento, aprende a no ocultarte. ¿Qué no me dejo ver? Aprende a mirar más bien. Por mucho tiempo estuve equivocado, al final he

Amo lo sencillo, lo genuino, lo que es. Amo el brillo del rocío en el pasto, el olor de la madreselva, el canto de los pájaros. Amo los buenos días sinceros del señor de la tienda, la sonrisa de la señora del puesto de revistas, el saludo en el transporte público. Amo las nubes ligeras en mañanas límpidas, el viento fuerte en mi rostro, la sensación de calma y tranquilidad plena. Amo estar solo en el medio del llano, sentir el sonido del silencio, sólo ahí puedo oír la voz de mis antepasados. Amo estar acostado en mi cama en silencio, oyendo la lluvia suave caer. Amo el suspiro de alivio al terminar un trabajo bien hecho. Amo conocer el mundo, poco a poco dejar de ser ignorante. Amo la mirada curiosa de mi perro, amo las canas de mi madre flotando al viento sonriendo por cosas secretas que sólo la profundidad de su alma sabe. Amo la música armoniosa que seduce mi alma, amo leer los mismos libros, los que han dejado su marca en mi alma. Amo las lágrimas

No es de caballeros hacer promesas ni implícitas ni explícitas...para luego romperlas, no cumplirlas o decir que algo más surgió y que impidió realizar lo pactado. No es de caballeros invitarte a su vida, a formar parte de un sueño, para que luego te den el portazo en la nariz al darte cuenta de que no hacen espacio ni tiempo en su vida para que entre uno en ella. No es de caballeros incitar a soñar, a sentirse querido, deseado y luego, por estupidez, dejar todo botado. No es de caballeros seducir, encender la libido, jugar con la lujuria, para luego salir huyendo ante el encuentro con el cuerpo del otro, sacando a relucir sus múltiples complejos e inmadureces. En fin pues, que uniéndome al clamor popular, yo también he de decir que ya no hay caballeros, ni gente que se sepa ser solidaria ni compañera, solo hay, como bien dijo Erich Fromm (pero cuando no dice bien este adalid aunque a veces no diga bien), eternos niñotes que no saben ser hombres y que quieren p